martes, 22 de mayo de 2012



 LAS VACUNAS


La mayoría de las personas piensa que los médicos tenemos una tolerancia inquebratable frente a todo lo que pueda ser visual, olfativa o sensitivamente desagradable.  Me encantaría que así fuera, pero han de saber que es un concepto tan frecuente como errado.  No gozamos de inmunidad alguna  y la tolerancia que muchos de nosotros mostramos frente a lo que suele provocar el rechazo indiscutido de la mayoría, es más bien propio de la deformación profesional a la que nos somete el mismo ejercicio de la medicina que a la posesión de una virtuosa indiferencia frente a todo lo que sea fuera de lo común.

Las agujas, sin ir más lejos, no son muy populares. No conozco todavía alguien que disfrute del contacto con ellas. Si alguno de ustedes goza con la idea de ser alcanzado por esos obtusos objetos metálicos, está claro que tiene un fetiche y les digo de antemano, que uno particularmente raro.

Una de las  primeras preguntas que todos te hacen cuando se enteran que te irás a África es cuántas vacunas tendrás que colocarte. La respuesta no será siempre la misma. Cada país del continente negro posee sus propias características: clima, demografía, historia y otros elementos que van conformando una larga lista dentro de la cuál se incluyen, inevitablemente, las enfermedades. Es ésta lógica la que se impone a la hora de determinar cuántas veces tus extremidades serán blanco de esas agujas. Mi cuerpo, mientras escribo éstas líneas, ha comenzado su propia carrera por producir una serie de anticuerpos que, espero, sirvan para combatir cualquier agente extraño que tenga la intención de invadir alguna de sus millones de células durante mi estadía en Kenya. En total 9 vacunas:

  • Vacuna contra la Rabia (3 dosis).
  • Vacuna contra el Tétanos (1 dosis).
  • Vacuna contra la Hepatitis A y B (1 dosis).
  • Vacuna contra la Meningitis A y B (1 dosis).
  • Vacuna contra la Fiebre Amarilla (1 dosis).
  • Vacuna contra la Poliomielitis (1 dosis).
  • Vacuna contra la Fiebre Tifoídea (1 dosis).




Es lamentable, pero la visión extendida que en occidente existe y que ha sido explotada por los medios de comunicación es la del continente africano como sinónimo de enfermedad, pobreza y desesperanza. Así, no resulta extraño entender por qué es una de las inquietudes más frecuentes cuando alguien sabe que viajas a un lugar como Kenya.

El concepto, si bien obedece a una visión occidental negativista, no está del todo alejado de la realidad. Las vacunas se convierten en la primera aproximación real que el voluntario tiene con África. Desde el frío y breve contacto del metal atravezando la piel y encendiendo las miles de terminaciones nerviosas escondidas en el tejido hasta el conocimiento de un sin fin de raras enfermedades que debes evitar contraer, no todas bajo el alero protector de un sistema inmune preparado y alerta: en pleno siglo XXI, la vacuna contra la malaria, sigue esperando ser descubierta.

Recuerdo haber salido del vacunatorio con dos parches, uno en cada brazo y mientras caminaba por la calle en dirección a casa sentí miedo, alegría, dolor, ansiedad  y excitación. Todo  en  una colorida explosión de destellos. Todo esto, pensé, es África. Cada día que pasa, mucho más  cerca.

miércoles, 2 de mayo de 2012

LA SELECCIÓN

"Confía en tus corazonadas. Generalmente se basan en hechos archivados un poco por debajo del nivel consciente."
Joyce Brothers

La selección de cada uno de los jóvenes que parten a África a través de Africa Dream es un proceso largo que consiste en someter al postulante a una serie de entrevistas a fin de conocer quién es la persona detrás del voluntario. Yo, por supuesto, no fui la excepción.

Mi primera entrevista fue con Consuelo Voigt, Directora de Voluntariado de África Dream. Esta entrevista fue grupal. Recuerdo haber estado muy nervioso ya que Consuelo envió un e-mail a todos los postulantes y no pude evitar ver de cuántas personas se trataba. Cuando me di cuenta que seríamos varios, un ánimo derrotista se apoderó de mi, mecanismo de defensa bastante inmaduro que, por supuesto, jamás me ha sido de utilidad alguna. Resultó que finalmente sólo llegamos dos personas. Una reunión pequeña, dónde nos presentamos y pudimos conocer un poco más acerca de la ONG.

Mi segunda entrevista fue con Nicolás Fuenzalida, Director Ejecutivo de la fundación. Nicolás es un pequeño atrapado en el cuerpo de un adulto. Es apasionado por África y contagia su entusiasmo y alegría con tanta virulencia como lo haría cualquiera de las enfermedades que me esperan cruzando el Atlántico. Nuestra conversación se centró en conocer mi historia para poder entender las motivaciones que me habían llevado a tomar una decisión tan grande y sin duda su pasión fortaleció mis deseos de concretar el viaje.

Mi tercera entrevista fue con Miguel Alemparte. Miguel forma parte del directorio de África Dream y es tal vez el más reservado y observador de todos quienes me han entrevistado. Sabía que dentro del proceso de selección pondrían a prueba mi dominio del idioma pero no sospechaba que sería con Miguel pues nos reunimos en un café atestado de gente. Nuestra conversación fue natural y carente de incómodos silencios. Honestamente yo mismo ignoraba que pudiese mantener una conversación en inglés de manera tan fluida, más aún considerando que estaba siendo evaluado. Con él tocamos los temas que hasta el momento, no habían sido puestos sobre la mesa ¿Estaba seguro de mi desición? ¿Tenía miedo de lo que pudiera suceder? "No importa cuántas veces lo imagines en tu cabeza, cuando llegues allá no será ni remotamente parecido a lo que esperabas" sentenció.

Mi cuarta entrevista fue con Ximena Torres. Ximena es psicóloga y tenía la tarea de realizar una evaluación y un test psicométrico con el objetivo de ver que el engranaje de mi cabeza funcionara bien y no estuviera con algún tornillo medio zafado. Recuerdo haber estado muy nervioso. Ximena preguntaba, reflexionaba y de cuando en cuando realizaba pausas pequeñas para hacer anotaciones en una libreta que tenía en sus manos y yo sentía en cada uno de esos silencios que había dicho algo inoportuno. Cuando nuestra reunión estaba por concluir ella sentenció "Algo sucede contigo que me hace pensar que no estás tan seguro". Sólo fueron necesarias éstas palabras para que se esfumaran mis miedos y defendiera con férrea convicción una decisión que a medida que pasaban las semanas en lugar de ir apagándose se hacía más y más fuerte.

Mi última entrevista fue con Viviana Zambrano. Viviana quién también forma parte del directorio de la fundación, fue la encargada de cerrar el proceso de selección. Un cierre dónde sentí que no sólo terminaba un ciclo sino que comenzaba otro mucho más grande. Cuatro días más tarde escuchaba al otro lado del teléfono la entusiasta voz de Consuelo: "¡Será mejor que vayas preparando tus cosas porque te vas a África!"

Algo que aprendí en este proceso es a confiar en las corazonadas. Una corazonada me trajo hasta aquí y desde aquí, me llevará a África en tan sólo unas semanas.